martes, 5 de mayo de 2015

Reseña La última lágrima (Lauren Kate)

Título: La última lágrima

Autor: Lauren Kate

Saga: La última lágrima 1/3

Editorial: Montena

Encuadernación: Tapa blanda con solapas

Precio: 16,95 €

Número de páginas: 414

Sinopsis: Existe una antigua leyenda, hoy casi olvidada, que habla de una joven cuyas lágrimas de desamor hundieron un continente entero. Ahora Eureka tiene en sus manos un libro que cuenta esa fascinante historia: lo ha heredado de su madre, que desapareció arrollada por una ola gigantesca. Poco a poco, a través de sus páginas, descubrirá que las coincidencias entre su vida y la leyenda son demasiadas para ser fruto del azar... Además, la inesperada llegada de Ander, el extraño chico de ojos turquesa que huele a mar y lo sabe todo sobre ella, le enseñará que las casualidades raramente existen y que su llanto tiene un poder tan inmenso que puede incluso cambiar el curso de la humanidad...

Opinión personal: Desde el momento en que su madre muere, el mundo de Eureka se viene abajo;. Siente un vacío dentro de ella y a su alrededor; no ve la salida. Para colmo, su mejor amigo, Brooks, no parece él mismo; y un extraño chico, Ander, parece estar siguiéndola. Sin embargo, desde el momento en que recibe la herencia de su madre, Eureka pone todo su empeño en desentrañar el misterio que la envuelve y, así, sentirse más cerca de su madre. Pero la traducción del misterioso libro que recibe como legado, junto con un relicario y una extraña piedra, la pondrán en peligro a ella y a toda su familia. Es entonces cuando deberá tomar una decisión que determinará su destino y el de todos los demás.


Lamentable y muy, muy decepcionante. Así resumo mi experiencia con La última lágrima. Intuía que esta novela sería bastante mediocre, pero no me podía ni imaginar hasta qué punto lo ha sido; y aun así, mis pequeñas expectativas (la posibilidad de encontrar un tema de fantasía poco tratado) me han jugado una mala pasada, ya que esta novela pasa de prometer dicha fantasía a convertirse en un libro cuya trama gira en torno a la vida de instituto, estereotipadamente adolescente, de la protagonista de turno (y sus escarceos amorosos).
Lo dicho, una auténtica decepción; pero, "afortunadamente", sí ha habido algún par de detalles que me han salvado de una lectura casi completamente soporífera y aburrida.

Comenzaré diciendo que la novela es sumamente introductoria; en exceso. No sucede absolutamente nada (y no estoy exagerando) que no nos cuente la sinopsis. Na-da. La novela se resume en eso, así que poco podré decir sobre ella, pues si menciono los pocos datos verdaderamente interesantes y relevantes para la trama (cómo se relaciona la protagonista con los hechos) que nos aporta el final, arruinaría lo poco de interesante y "novedoso" que tiene el libro.
Con lo cual, los puntos fuertes de La última lágrima (en cuanto a trama) se localizan en el prólogo y el final, donde nos presentan a los Portadores de la Simiente, un grupo cuya misión es proteger a la humanidad a toda costa; para ellos, el fin justifica los medios y no dudarán en usar el poder del viento, el Céfiro, para lograrlo. La poca fantasía que narra el libro está relacionada con los Portadores, así como otros objetos relacionados con ellos y el milenario secreto que guardan. Este aspecto es lo que verdaderamente ha atraído mi atención y mi interés, perdidos en el resto de las páginas. Ojalá la autora se hubiera centrado en ello en lugar de divagar constantemente y sin ton ni son, pues la historia del libro que recibe Eureka, El libro del amor, también captó mi interés.

Los hechos de la novela suceden en Lafayette (Luisiana), una localidad rodeada por un bayou o pantano. Es algo que también me ha gustado, pues también conocemos costumbres de los habitantes de la zona, y cómo se adaptan a este tipo de terreno, propenso a las inundaciones, etc.
Por lo demás, la novela no aporta nada más, salvo un cúmulo de paja a tutiplén, llegando a resultar absurdo en muchas ocasiones (sinceramente, me importa tres pimientos que la marca del tubo de protector solar sea Nivea, Deliplus o Isdin factor 30; tampoco me importa que el tubo sea de color azul cielo despejado o crema, hueso, marfil, nácar; no estoy decidiendo los centros de mesa de una boda, gracias Por poner un único ejemplo, que hay muchos más en 414 páginas). Así, toda la lectura se pierde en un montón de detalles que no aportan nada, en datos irrelevantes que, en lugar de conseguir profundidad, lo único que consiguen es despistar al lector y sacarle constantemente de la lectura.
Asimismo, me ha parecido totalmente deplorable el trato o enfoque de la autora en relación con la protagonista y sus problemas, concretamente en cuanto a psicología: no sé en Estados Unidos, pero lo que yo he estudiado no tiene nada que ver con divanes (salvo el psicoanalismo) ni con doctoras que recetan pastillas y se quitan los zapatos para dar a entender a la otra persona que la sesión ha finalizado (lo de los zapatos es cierto, está en el libro...). Me ha dado la sensación de que la autora ha cogido mil un estereotipos y más del siglo pasado y los ha plasmado de forma incontrolada, sin orden ni concierto, ya que tampoco ha sabido manejar la sesión (la psicóloga se dedicaba a tocar todos los temas que podía sin dejar hablar a Eureka). Etc, etc. Por no hablar de la falta de tacto en lo que a esquizofrenia y suicidio se refiere (esas mismas etiquetas que critica, son las que más utiliza).

Podría decir mil y un cosas más relacionadas con este tema u otros de la novela, pero tampoco quiero perderme en más divagaciones. La cuestión es, como ya he dicho, que la novela se centra demasiado en el instituto y la tragedia de Eureka, sin llegar a perfilarlos bien, ni desarrollar apenas la trama fantástica que prometía el libro. Apenas hay acción, quizá un poco de misterio. Y, cómo no, el romance... Otro romance más sacado de la manga en el que todo sucede de forma tan precipitada y forzada (en el caso de Eureka, pues en el caso de Ander, el romance sí está bien construido) que no sé ni qué decir. Pongamos que un buen día un chico te da con el coche; actúa de forma muy extraña y espeluznante; te miente (una y otra vez); te sigue adonde quiera que vayas (a la salida del despacho del abogado, a tu casa, al instituto, al museo...). Hasta tu amiga (y tú misma) decís que es un acosador. Entonces, ¿en el momento de denunciarlo te lo piensas dos veces porque, ay, es tan guapo, y te sientes tan bien con él, y te hace sentir especial, etc, etc? ¿Amenaza con violencia a tu amigo, que no ha hecho más que ponerse celoso y encima le increpas a tu amigo por qué trata mal al "acosador"? Y así. Obviamente, Ander es un buen tipo al fin y al cabo, pero creo que, dadas las circunstancias y todo lo que acabo de mencionar, según como se desarrollan los acontecimientos, la reacción más acorde sería un poco de acojone y menos hormonas, como mínimo. ¿No? Que quizá sea yo la que no vive en la realidad.


En fin, vayamos a los personajes. Los personajes son un tanto mediocres también; presentan un montón de detalles y características propias pero llega un punto en el que pasan de dotarlos de mayor profundidad a resultar trillados, poco creíbles e, irónicamente, planos, con poco desarrollo. Ninguno transmite emoción o sentimiento alguno. Además, algunos de los personajes están sumamente estereotipados (el mejor amigo enamorado de la protagonista, la madrastra malvada, la amiga cañón...).
Eureka, la protagonista, es una chica muy estoica y cerrada; le cuesta abrirse aún más desde que perdió a su madre y se siente muy desconectada de su familia. No llora (a mí sí que me han dado ganas de llorar leyendo en alguna ocasión, pero de frustración) y se aferra demasiado al pasado. Como apunte: tiene sordera de un oído, algo que, junto a su intento de suicidio, está pésimamente elaborado, puesto que, pese a tener que orientar la cabeza para poder escuchar bien una conversación, sí es capaz de oír (atención) el roce de una camisa con otra, pasos amortiguados sobre la alfombra, la puerta trasera de casa al cerrarse o a los vecinos hablar al otro lado de la calle. Creo que no hace falta decir más.
Por otra parte, Cat, la mejor amiga de Eureka, es una chica muy extrovertida e inteligente, siempre dispuesta a ayudar a sus amigos, hacerlo que haga falta. Pero, desgraciadamente, Cat también me ha parecido un poco superficial, pues parece que sólo aspire a ligar con tíos buenos mayores que ella (aunque esto no es cierto. Otra cosa que me ha molestado: el trato condescendiente que se le da un par de veces a los chicos porque es que no saben de esto y no se enteran de lo otro). Brooks, el mejor amigo de Eureka, es un chico en apariencia sencillo, pero muy atento y también dispuesto a echar un cable a quien lo necesite. Siente una gran afinidad con Eureka y le encanta pasar tiempo con ella, a pesar de que últimamente lo dos pasan una mala racha, pues Brooks ha cambiado.
Madame Blavatsky es una adivina excéntrica, encargada de ayudar a Eureka a traducir El libro del amor. Es una mujer muy espontánea, inteligente y práctica, rodeada de mascotas un tanto peculiares, destacando al pájaro Polaris.

En cuanto a la familia de la protagonista, destacan los mellizos (William y Claire), por quien Eureka siente un profundo afecto; se trata de dos niños pequeños muy alegres y achuchables que adoran su familia. La madre de ambos, Rhoda, es bastante arisca, seca y tirante, sobre todo con Eureka, con quien no lleva una buena relación; en cambio, Trenton, el padre de Eureka y marido de Rhoda, es un hombre bueno y amable, conciliador, que no sabe como recuperar la buena relación que tenía con su hija; se siente perdido y confuso por ello.
También tenemos a Diana, la madre de Eureka, quien, pese a no aparecer en todo el libro (salvo en el prólogo) parece tan protagonista como su hija, incluso más. Es una mujer aventurera, muy desapegada del hogar, libre.
Algo que también me ha molestado es el hecho de que en todo momento (incluyendo los diálogos de la protagonista) se mencione a la madre de Eureka como "Diana" en lugar de "mamá" o "su madre" (si bien es cierto que tiene una explicación, pero no llegamos hasta ella bien pasada la mitad de libro). En cambio, Trenton (cuyo nombre aparece dos únicas veces en todo el libro) es siempre "el padre", a secas. ¿Por qué esa distinción, esa lejanía por parte del narrador? Que no sepa cómo volver a acercarse a su hija no significa ni mucho menos que no le importe o no la quiera, es más, en todo momento demuestra que se preocupa por ella.

Por último, están los Portadores de la Simiente, los cuales ya mencioné antes, y Ander, un chico cuyo único objetivo ha sido estudiar a Eureka, conocerla en profundidad. Se trata de un muchacho reservado, sereno y muy hábil en lo referente al camuflaje. 


Por otro lado, la narración se realiza en 3ª persona del pasado desde la perspectiva de la protagonista. Nos encontramos ante una narración muy detallada, excesivamente detallada, como ya he dicho. Además, cualquier pequeña escena o diálogo es interrumpido casi constantemente para meternos pequeños flashbacks sobre lo que Diana hacía o dejaba de hacer, decía o dejaba de decir, le gustaba o dejaba de gustar (algunos totalmente irrelevantes). Así, más que quedar claro lo importante que era Diana para su hija, sólo se consigue hacer perder el tiempo al lector y el hilo de la lectura. Una y otra vez. Esto ha sido algo completamente tedioso y repetitivo.
El libro está dividido en varios capítulos titulados no muy lagos.


El lenguaje es muy juvenil, fluido, y, según en qué momento, también me ha parecido forzado. Hasta el más breve diálogo queda eclipsado, o bien por las interrupciones de los flashbacks, o bien por unas descripciones más que exhaustivas, complicadas o innecesarias. Respecto a esto último, destaca el manejo de las metáforas: unas, perfectamente evocadoras, trabajadas y bellas; mientras que otras son totalmente absurdas y carentes de sentido (por ejemplo, no es que el color de x sea rojo intenso, rojo pasión, etc. No; es rojo manzana de caramelo. Ni amarillo pálido. Es amarillo mantequilla. Por consiguiente, mi cerebro es ahora un revuelto de angulas fritas). O también repetitivas: porque para tener cuatro años, los gemelos, de cuatro años, eran muy avispados; o les gustaba tal cosa, porque tenían cuatro años. O el dorado árbol emitía destellos dorados debido a sus doradas hojas.
También se incluyen algunos términos en francés, algo que le da más personalidad a la lectura, aparte de resaltar la ambientación de forma más realista.


En cuanto al ritmo, éste es un poco lento. Sé que vuelto a repetirme: entre la paja, las interrupciones y las divagaciones... lo dicho, la sinopsis se puede considerar un resumen de toda la novela. Conforme se acerca al final, el ritmo se acelera ligeramente; poca cosa en comparación con todo lo narrado con anterioridad.


El final es un poco precipitado, confuso y predecible. El desenlace ha sido un poco rápido para mi gusto, pero es pasable; sin más. Eso sí, hay algunos aspectos que no tienen explicación (¿qué significado tienen los junquillos de Cora en la fuente del museo? ¿O cómo sobrevive Atlas mientras otros no?), lo que suma otro punto negativo más. Al margen de esto, es un final muy abierto que parece dar pie a algo más de fantasía por parte del argumento.
Me da mucha rabia y pena no haber disfrutado La última lágrima todo lo que me habría gustado; sé que podría haberme gustado si se hubiera desarrollado de otra manera. Supongo que por eso, incomprensiblemente, tengo ganas de leer su continuación, Atlántida. Quizá (tengo la esperanza) la segunda parte se centre más en todo aquello que anhelaba mientras iba pasando las páginas de su predecesora (aunque el indicio de un triángulo amoroso ya le hace perder puntos).


En resumen, La última lágrima ha sido una lectura tan decepcionante como aburrida, llena de detalles e interrupciones innecesarios e irrelevantes y con personajes y situaciones demasiado estereotipados o mal desarrollados. Se trata de una novela introductoria en exceso cuyo argumento, que prometía algo de innovación, se ha quedado en meras expectativas, rozando la superficie de una trama de fantasía con potencial.

3 comentarios:

  1. No me gustó nada Oscuros de esta autora, por lo que era muy reticente a leer esta saga. Ahora que leo que dices que es tan decepcionante y mediocre.... me bajo del barco, no me acercaré a esta autora ni con un palo.
    Gracias por la reseña!
    Un besito

    ResponderEliminar
  2. Fantástica reseña guapa! No he leído este libro pero es que tampoco llamaba mi atención, así que me alegro de no haberlo comprado porque sino hubiera sido una decepción aún mayor jeje.

    Un besitoo

    ResponderEliminar
  3. Hola, amor ^^
    Jajaja, dios, me meo xDD ¿Revuelto de angulas fritas? Entonces no quiero tu cerebro xDD
    Joder, menuda pinta de truño que tiene, pensaba que no iba a ser tan malo. Ya solo con ese romance dan ganas de tirarlo por la ventana xD ¿Y quieres leer la segunda parte? Al menos ya sabes algo de centros de mesa de boda xDDD
    Muy buena reseña, cielo.
    Besos ^^

    ResponderEliminar