martes, 25 de enero de 2011

Entre libros



Esta vez este fragmento es más triste y dramático. La idea del escenario surgió de cierta conversación con ciertas universitarias. Así que tenía que hacer algo con él (e incluir de alguna manera cierta parte). No se me ocurría nada que me convenciera del todo, pero estoy más que satisfecha con el resultado.
Por cierto, este precioso banner es obra mi amiga Nati. Yo mi inspiro, ella se inspira, así que cualquier otro banner que haya a modo de cabecera es suyo. ¡Gracias otra vez! ;)

Básicamente es casi todo una carta:





Por eso espero que entiendas que no podía ver más cómo te afectaba todo esto y pensar en el final, no lo soportaba. Tú eras lo único que me impulsaba a seguir luchando, y no podía evitar pensar que estabas así por mi culpa.


Es más, sé que probablemente crees que no has hecho suficiente. Es mentira. Has hecho más que suficiente. Y creo que no he podido compensártelo como debería. Me habría gustado haberte podido ofrecer más… y que hubiéramos pasado más tiempo juntos.
Como todas esas veces que nos colábamos en la biblioteca por la noche. Nosotros solos. Sólo tú y yo, nuestras ganas de vivir y nuestra pasión. Ni siquiera nos importaba tener que volver a colocar todos los libros en su sitio y arreglar el desorden que organizábamos con tal de poder repetirlo de vez en cuando.

Creo que es justamente ahí donde estás ahora. En esa misma estantería en la que nos vimos por primera vez. Me gustaría que buscases un libro en concreto: “El Alquimista”. Fue uno de los que se cayó aquella vez.

Pero no quiero que pienses que lo nuestro se ha terminado para siempre. Sabes que no creo en los finales; nada termina realmente. Quisiera creer en muchas cosas, pero sólo creo en nosotros. Ojalá dentro de unos años sigas recordando la que habíamos decidido llamar “nuestra canción”. Es curioso, pero a partir del momento en que supimos que no tardaríamos en separarnos, he visto ponerse el sol más o menos 100 veces.

Para mí estos 6 meses han sido… no encuentro las palabras adecuadas para describirlo. Tan sólo 6 meses en los que mi vida ha tenido verdadero sentido. Seis meses en los que no me ha importado ver la muerte tan cerca porque sabía que contaba contigo. No cambiaría estos 6 meses por nada del mundo. Y si pudiera volver a elegir, elegiría pasarlos una y otra vez contigo, incluso más tiempo. No cambiaría nada, nada en absoluto.
No me arrepiento de nada, de ninguna decisión de las que tomé, porque todas me llevaron a ti. Lo único que lamento es no haberte conocido antes.

martes, 18 de enero de 2011

Cuando cae la lluvia

Aquí traigo estos dos fragmentos recién saliditos del horno. Es algo que siempre me ha gustado: un salón antiguo solitario, la chimenea encendida, fresquito, lluvia y un chocolate caliente.
Esta vez no tenía en mente nada especial, sólo... me ha ido saliendo:




Es finales de otoño, principios de invierno.

La chimenea está encendida y el fuego arde con tal intensidad que ilumina gran parte del salón; el resto se encuentra en penumbra. Se trata de una casa antigua, rondando el s. XIX: todo tipo de muebles de madera hechos con delicadeza, alfombras preciosas, lámparas de araña, cristaleras, paredes y suelo de piedra... un salón salido de un sueño.

Varias fotos recubren algunas paredes desnudas y parte de la repisa de la chimenea.


En esos momentos, es el lugar idóneo para pensar. Y ella lo necesita.
Un par de chipas chisporrotean entre las llamas, que poco a poco van consumiendo los dos últimos troncos que ella ha dejado caer distraídamente, casi por inercia. El sonido la saca de su ensimismamiento y se incorpora ligeramente en el sillón.
Tiene las piernas recogidas y sostiene entre sus manos una taza de chocolate caliente, a la que apenas da sorbos pequeños; más bien mira al vacío por encima de la taza. Necesita despejar su cabeza y aclarar sus ideas.

Por fin consigue regresar al mundo real y darse cuenta de dónde se encuentra, de cuál es su situación. Se inclina para dejar la taza sobre la mesita de cristal y se arrebuja un poco más entre la manta de lana gruesa color gris que la cubre. Hace frío. Pero a ella no le importa la temperatuar, sino otro tipo de frío: la soledad.

Por detrás de ella, el paisaje que se extiende refleja a la perfección lo que ella siente, es como si la naturaleza supiera expresar sus sentimientos, una especie de tormenta llena de confusión y desesperación.
Sólo se oye el golpeteo de la lluvia contra los cristales y el crepitar del fuego.


[...]


Sin darse cuenta está llorando otra vez. Él le seca las lágrimas con el pulgar, la coge por la cara y vuelve a besarla, esta vez más lentamente, disfrutando del contacto de su piel.

Avanzan a trompicones por la estancia, de nuevo besándose, y acaban en el jardín, en ese patio trasero. Sigue lloviendo, pero no les importa. Sólo pueden pensar en que lo que creían haber perdido está intacto.
Toda la tristeza anterior ha sido sustituida por una inmensa alegría.

Entre sonrisas, bailan bajo la luz de la luna y las farolas encendidas al son de una melodía que sólo ellos conocen.
Después de varias vueltas, se detienen en medio del camino de piedras, mirándose fijamente, cogiéndose ambas manos.
No hay mucho que decir, o que se puede decir sólo con palabras.
- Te amo.
- Te amo.

Lentamente se funden en un beso mientras las gotas de lluvia resbalan por sus caras.

jueves, 13 de enero de 2011

Descripción y sinopsis de algunas novelas que pueden haber pasado desapercibidas




·B·
Bartimeo, de Jonathan Stroud

·G·
Guardianes del Tiempo, de Marianne Curley

·L·
La Décima Sinfonía, de Joseph Gelinek

Down the road

Pues aquí va el fragmento (el final) de lo que escribí hace unas semanitas. La idea surgió de escuchar en bucle una canción de Chris Daughtry, "Tennessee Line". Es que no puedo evitarlo, cuando me vicio con una canción me da muuuyyyy muy fuerte, y así me puedo tirar las horas muertas...

Digamos que entre la letra y la música se iban formando imágenes en mi cabeza, una historia, y eso es lo que he escrito (intercalándolo con la letra de la canción). Es como si fuera lo que dice la canción, o la explicación o algo así:



"...On my way to LA, looking into the rear-view as the roads fade away..."

Ha anochecido del todo y la luna brilla fuertemente en el cielo. Los tonos rojizos anteriores han sido sustituidos por la serenidad de los azules oscuros y apagados. Oigo un búho en la lejanía. Por una vez me siento bien, aunque sigo sin tener muy claro hacia dónde voy. Quizá en el siguiente cruce me desvíe hacia la derecha...

Un último vistazo al retrovisor, y veo cómo dejo atrás este tramo de carretera, cómo desaparece de mi vista junto con otras cosas, y sigo la línea de mis pensamientos.

"...I've sworn off my past, the first to last bad call that I ever made..."

Ya no me preocupa para nada. Simplemente termina una etapa y comienza otra.

"...Tell me how to make right every wrong turn that I've learned so this can all end tonight.
Tennessee line just changed my mind, well, it's my heart I'll follow this time..."

Otra en la que he aprendido de mis errores. Esta vez pienso hacer bien todo aquello que una vez hice mal. Ha pasado cierto tiempo y he tenido el necesario para ver las cosas de otra manera. Ahora soy yo quien elegiré, quien marcará mi propio camino.

"...I've sworn off my past and first to last bad call that I ever made...
(Well, it's my heart I'll follow this time...)..."

Esta noche, por primera vez en mucho tiempo, soy yo mismo.

"...I've sworn off my past (Oh, yeah...) and first to last bad call that I ever made..."

Sin nada que me impida continuar o me retenga.

"...Gonna turn it all around tonight (Turn it all), around tonight, (Turn it all) around tonight..."

Sí, esta noche voy a dejar todo atrás.

"...I'm gonna turn it all around tonight..."

Y voy a darme la oportunidad de hacer esto bien. Y volver a empezar.
"...at the Tennessee line".

Los últimos acordes de la melodía que me acompañaba se pierden en la noche mientras me dirijo hacia el oeste.

Hora de escribir


Queda oficialmente inaugurado este mi blog. Llevaba un tiempo rondándome la cabeza porque he descubierto que últimamente me ha dado por escribir (cosas sencillas). Y digamos que también me ha dado un poquillo de envidia de ciertas universitarias... que espero que se pasen por aquí de vez en cuando ^^

El caso es que sí, que cuando me sale del alma una historia la tengo que plasmar, quién me lo iba a decir, así que poquito a poco iré haciendo más grande mi colección y colgando fragmentos de lo que vaya surgiendo en mi cabeza.