Reseña Esmeralda (Kerstin Gier)

Título: Esmeralda

Autor: Kerstin Gier

Saga: El amor más allá del tiempo 3/3

Editorial: Montena

Encuadernación: Tapa blanda con solapas

Precio: 14,95 €

Número de páginas: 491

Sinopsis: "¿No podríamos seguir siendo amigos?". Seguro que muere un hada cada vez que en algún lugar del mundo se pronuncia esta pregunta... Pero el perfectísimo Gideon de Villiers (a quien Xemerius prefiere llamar "el innombrable") no tiene suficiente sensibilidad ni para pensar en las hadas ni para dejar de pisotear mi corazoncito. Si no fuera porque cuando le miro se me corta la respiración y me tiemblan las piernas, le hubiese soltado un bofetón que le habría mandado directo al siglo XIX sin necesidad de cronógrafo... Aunque, en lugar de hacer eso, sólo le fulimné con la mirada y me alejé. Al fin y al cabo, éramos los dols últimos viajeros en el tiempo y en pocas horas saltaríamos juntos a 1782 con una misión a vida o muerte...

Opinión personal: A la espera de asistir al importante baile en el año 1782, Gwen sólo sabe con certeza que puede confiar en su familia más cercana y su amiga Leslie. Así, su abuelo Lucas jugará un gran papel al ayudarla a desentrañar el secreto del cronógrafo, así como a prepararla para el encuentro final con el conde de Saint Germain. Pero, ¿también podrá confiar en Gideon o sólo formará parte de las intrigas tramadas por el conde y la logia secreta? El círculo se estrecha y el Círculo se cierra. ¿Qué revelará el cronógrafo cuando se junte la sangre de los doce viajeros?

Tenía muchas ganas de conocer el final de Esmeralda y esta trilogía, que ya con su primera novela, Rubí, me enganchó completamente. Si bien su continuación, Zafiro, me decepcionó un poco, esta última parte me ha gustado más, aunque no tanto como la primera; además, también me ha decepcionado o desencajado en algunos aspectos.

En Esmeralda continúa el misterio del cronógrafo y el Círculo de los Doce. Las profecías se cumplen (sólo que no del todo), las intrigas del conde continúan y Gwen no sabe realmente en quién confiar. Hasta aquí todo bien. Pero al acabar el libro me he encontrado con serias lagunas, por ejemplo:

¿por qué, si todo ocurre en el pasado como tiene que ocurrir, y James no contrae la viruela, Gwen lo vive como si no hubiera ocurrido y/o es capaz de recordarle? No se explica cómo llega el primer cronógrafo a manos de Lucas, ya que Lucy y Paul ya no pueden viajar con él y entregárselo; imaginación al poder. ¿Por qué, si todas las profecías se deben cumplir, Gwen no muere finalmente por amor? Etc.

Son aspectos que le restan bastante gracia a la historia y, a pesar de las posibles paradojas temporales... no contribuyen a un final de trilogía redondo.

Además, esperaba que el conde de Saint Germain tuviera un protagonismo mucho mayor dadas las circunstancias, pero únicamente aparece dos veces en 500 páginas, puesto que la trama vuelve a centrarse en Gwen. No es algo negativo, pero poco a poco se va sumando a las partes "poco pulidas" de la historia.

Tampoco he encontrado demasiada acción, es decir, hay acción y muchos de los cabos (sobre todo, temporales) se atan, pero no he encontrado algo más movidito ni la magia del misterio que me atrapó en Rubí. Quizá tenía las expectativas un tanto altas.

Aun así, sí continúa el misterio: descubrir los verdaderos planes del conde, conocer el secreto oculto tras el secreto, averiguar qué saben Lucy y Paul...

En cuanto al secreto, me ha parecido sumamente interesante y muy simbólico (piedras preciosas y tiempo), la verdad es que no lo esperaba aunque pueda resultar "típico o recurrente". Otras revelaciones en esta tercera novela no me han parecido tales, pues se intuían (¡a gritos!) desde Rubí, y por tanto apenas las he disfrutado.

Por lo demás, las distintas épocas de Londres han sido un escenario muy bueno para esta trilogía, junto con el grueso de la trama. También me habría gustado conocer más a fondo la Alianza Florentina, pero al no constituir una verdadera influencia en la trama, me parece acertado que no se le otorgue mayor peso en la misma.

Por otra parte, el romance cobra mayor protagonismo sin llegar a pisar la trama del cronógrafo y los viajes temporales (¡punto positivo! Pero podría haberse desarrollado mucho mejor) y, aunque me repatea muchísimo la "moda" del romance everywhere, no me ha llegado a disgustar. Eso sí, este romance salió de la manga de Zafiro, lo cual le resta muchos puntos automáticamente, aunque se trate de una trilogía más "romántica".

Finalmente, Esmeralda cuenta con algunas referencias culturales que hacen más cercana la historia y nos acercan más a los personajes. También cuenta con un glosario de personajes, tanto del presente como del pasado; aunque ya los conocemos a todos, no viene mal para situarnos en algún momento, sobre todo al comienzo de la lectura.

Los personajes son los que ya conocemos, y no sufren ninguna evolución, salvo quizá Gideon, quien se muestra más relajado, dejando de lado esa arrogancia presuntuosa (gracias). Su personaje me ha gustado más, pues es más empático y no tan chulo. Por otra parte, Gwen continúa siendo una chica sencilla y común; es un poco ingenua pero piensa más sus comentarios (ya no te dan tantas ganas de esconder la cabeza). Algo que me ha gustado es que no se lamenta continuamente sobre el desamor, aunque tiene sus momentos.

El siguiente personaje destacable es, sin duda, Xemerius, el daimon gárgola que acumula un puntazo tras otro con sus comentarios. Es muy natural y no tiene pelos en la lengua, siendo el mejor personaje y con el que más me he reído.

Lord Lucas Montrose será más importante que el resto de la familia de Gwen (Charlotte, lady Arista, la tía Maddy, Grace, etc.), y conoceremos un poco más de este entrañable personaje. Dentro de la logia de los Vigilantes cabe destacar a madame Rossini (la modista), mister George, mister Whitman, el doctor White, Falk de Villiers o el adepto Marley (el pelirrojo impertinente).

En el pasado, el personaje más importante es el conde de Saint Germain (aunque, como ya he dicho, no tanto como me habría gustado), seguido de Lucy y Paul, quienes se mantienen ocultos; Lady Tilney tendrá algo más de protagonismo, al contrario que la Alianza Florentina u otros personajes del pasado.

Por último, Leslie y Raphael también aportarán su granito de arena, siendo de gran ayuda para los planes de los dos últimos viajeros.

Por otra parte, la narración se realiza en 1ª persona del pasado desde la perspectiva de la protagonista, y acompañada de sus ya característicos comentarios que, en general, te sacan un par de risas.

Los capítulos son largos (pero no por ello se hace más cuesta arriba la lectura) y, como ya es costumbre, siempre vienen precedidos por anotaciones o escritos de la logia que aportan más información sobre la trama, los viajes en el tiempo o sus viajeros.

El lenguaje es muy fresco y ameno, directo, (y varía ligeramente de una época a otra), abundan los diálogos y, sobre todo, las descripciones, las cuales son muy nítidas y elaboradas sin hacerse pesadas; puedes imaginarte a la perfección los siglos pasados en cuanto a vestuarios y mobiliario, esto es un gran punto a favor.

También se va alejando de ese pequeño toque "infantil" que caracterizaba a Gwen (aunque no nos libramos del todo de él), sustituyéndose por uno mucho más divertido y distendido.

Por otro lado, el ritmo tiene pequeños altibajos, pero por lo general es ágil. Para las casi 500 páginas de las que consta la novela, hay poca paja y la acción se centra bastante bien en la trama. Pese a ello, podría haber sido más ágil, pero tampoco está de más que se detenga en algún momento.

Sin embargo, llegamos al final... Ese final. ¿Qué clase de final es ése? No me ha parecido para nada un final: he pasado la última página del epílogo y me he quedado con cara de "pos oc". No había más páginas, ni información, ni... nada. Me han soltado el último detalle y la autora se queda tan pancha, sin explicarlo un poco más (dicho detalle se entiende, pero aun así...). Pos oc.

En cuanto al resto del final, la verdad es que esperaba algo mucho más épico o elaborado (¡después de tanto misterio con el secreto, el cronógrafo, y el conde!), me ha resultado muy facilongo, casi "conveniente y resuelto con prisa". No todo es malo, pues en última instancia, parte del final sorprende; pero, por lo demás... aunque se trata de un final cerrado, no me convence como final de trilogía.

En resumen, Esmeralda ha sido una lectura muy amena y entretenida, si bien no ha cumplido todas mis expectativas y cuenta con notables desperfectos. Aun así, me ha maravillado cómo la trama se ha ido cerrando; echaré de menos la lógica y la magia de las piedras preciosas, los viajes en el tiempo, y las intrigas que mantienen unidos a los Montrose y los De Villiers.