lunes, 27 de mayo de 2013

La leyenda del mar salado

Bueeeeno, hacía demasiado tiempo que no volvía con una leyenda... Mis disculpas ^^' Las dos principales razones han sido pereza y olvido. Muy malas compañías y malas influencias, canallas xD
En fin, espero que os guste la que acabo de escoger, aunque, eso sí, es algo cortita.

Como casi siempre me ha ocurrido al buscar distintas leyendas e información sobre ellas, me he encontrado con varias versiones. Que siempre mantienen lo principal, pero son distintos detalles, al fin y al cabo. Así que me he quedado con la versión vikinga ^^ Por ser vikinga :P 
Además me ha parecido bastante curiosa, y es que explica por qué el mar es tan salado.


Según la leyenda, hace mucho tiempo, el rey de Dinamarca, Frodi, tuvo la fortuna de recibir un regalo fuera de lo común; se trataba de dos piedras de molino mágicas. El peso de dichas piedras era enorme, tan grande que ninguno de los sirvientes o guerreros del rey fue capaz de hacerlas girar, de modo que el molino, llamado Grotti, permaneció en desuso.
Pero, durante una visita a Suecia, el rey se fijó en dos esclavas, ambas gigantes, llamadas Menia y Fenia; por tanto, las compró para que se encargaran de poner en funcionamiento el molino. 

De nuevo en su reino, el rey ordenó a sus nuevas sirvientas que molieran oro, paz y prosperidad. Las dos mujeres se tomaron su labor muy en serio, hasta que las arcas del reino rebosaron de oro, con lo cual, la paz y la prosperidad se instalaron en los dominios del rey.
Sin embargo, la avaricia se apoderó de Frodi, quien no permitía descanso a las gigantes, Menia y Frenia. Como venganza, las dos mujeres comenzaron a moler una guerra; durante la misma, el rey Frodi murió a manos de los vikingos.

Entonces, Mysinger, el monarca que había acabado con la vida de Frodi, se hizo con Grotti y con las gigantes. De regreso a su hogar, vía marítima, Mysinger ordenó a Menia y Frenia que molieran sal. Pero este rey era tan avaricioso como Frodi, y tampoco dejó descansar a las mujeres. Ellas volvieron a vengarse y, como castigo, continuaron moliendo sal en la embarcación del rey. Tal fue la cantidad de sal molida, que su peso hundió la nave en las profundidades del mar. Y tal fue la cantidad de sal, que, en consecuencia, las aguas marítimas acabaron volviéndose saladas.


¿Os ha gustado? ¿Os llama la atención? ¡Contadme! ^^

1 comentario:

  1. Hoooolas, tata prechiosa ^^

    ¿Ves como eres perezosa? xDD
    No sabía que en Dinamarca hubiera hobbits... Vale, me callo xD
    Vale, ahora entiendo por qué te gusta tanto la sal, ¡eres vikinga! xDDD Sí, hoy estoy muy toooonto xD
    Pues no conocía esta leyenda, peeeero me gusta, muy curiosa ^^

    Besotes, tatilla cucosa salá ^^

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