Autor: Wolfgang & Heike Hohlbein
Saga: La leyenda de Camelot 3/3
Saga: La leyenda de Camelot 3/3
Editorial: Pearson
Encuadernación: Tapa dura
Encuadernación: Tapa dura
Precio: 11,95 €
Número de páginas: 383
Sinopsis: Lancelot y Ginebra huyen de los caballeros de la Tabla Redonda, cuya misión es devolver por la fuerza a Camelot a la joven esposa del rey. En pleno invierno se topan con el hada Morgana y el ejército de los elbos oscuros, comandado por Mordred, que pretenden, con su ayuda, destronar a Arturo. Mientras Britania entera amenaza con hundirse en un torbellino de violencia y terror, Lancelot y Ginebra tratan de llegar a la fortaleza costera de Tintagel sin intuir la batalla contra las fuerzas oscuras que allí les aguarda...
Opinión personal: La noticia del asedio a Camelot se ha extendido como la pólvora. En su huida, Lancelot y Ginebra se topan con Sean y un grupo de mercenarios con los que continuarán su viaje. Una vez en Tintagel, comenzarán a surgir aliados dispuestos a defender a su reina sin importar el precio; mientras tanto, Arturo se prepara para dos luchas por motivos muy distintos entre sí.
Además, la magia se apodera cada vez más de Lancelot, sin que éste pueda hacer nada para evitarlo.
La antigua profecía está a punto de cumplirse. ¿Quién caerá derrotado realmente, y por tanto, muerto? ¿Y qué ocurrirá después con el reino?
Esta tercera y última novela, los autores continúan relatando, a su manera, la leyenda en torno al reino de Camelot. Encontraréis aspectos "inventados", pero se conservan las cuestiones principales. Manteniéndose el romance, ahora la historia se centra más en la magia y la intriga, de modo que apenas hay acción, pasando la guerra por Britania a un segundo plano.
Tenía bastante miedo de que quedaran misterios en el aire, pero afortunadamente no ha sido así. Con todo, sí que hay cosas que, o bien no han quedado bien explicadas, o bien no se han explicado:
Ésas son las dos cuestiones más destacables (cierto que se trata de magia, pero hasta toda magia debe tener un mínimo de sentido); no impiden leer bien el libro o afectan enormemente a la trama, pero sí te dejan con la sensación de "falta algo".
Los personajes son los propios de la leyenda y que todos conocemos, a excepción de los mercenarios irlandeses.
El protagonismo se divide entre Dulac y Lancelot; mozo de cocina y caballero, respectivamente. Ambos son complementarios, y han cambiado enormemente, al igual que sus vidas; ya no son las mismas personas que fueron en un principio, sobre todo Dulac. Lo que al principio parecía una aventura, se acaba convirtiendo en la dura realidad, sin vuelta atrás y con todas las consecuencias.
También tenemos a la reina Ginebra, quien, tras todo lo acontecido, adquiere gran fortaleza, convirtiéndose en una verdadera reina. Sin embargo, parte de su evolución es bastante brusca.
Otro personaje importante es Sean, un mercenario irlandés bastante jovial, algo tosco y empeñado en parecer un escéptico, pero muy perspicaz. No deja de ser un mercenario en busca de dinero, pero en él también se puede encontrar a una gran persona.
Arturo, Morgana, Mordred, etc apenas merecen algo de mención en esta tercera parte, son algo "prescindibles".
Al igual que anteriormente, también aparecen seres fantásticos, como los elbos, procedentes de Avalon, también denominado Tir Nan Og o Isla de los Inmortales. Esta raza se caracteriza sobre todo por sus orejas puntiagudas, y pueden ser oscuros o ¿luminosos? (¡anda! ¿No serán casters de incógnito?).
La narración es en 3ª persona del pasado. De la misma forma que en La magia del Grial y La espada de los elbos, la narración se realiza totalmente seguida, sin capítulos; esto hace que pueda resultar un poco tedioso, pero hay pequeños espacios que separan unas escenas de otras.
En cuanto al lenguaje, éste resulta más actual en comparación con las dos novelas anteriores, pero con el toque propio de la época medieval. No faltan algunas expresiones como "a paso de tortuga" o "no tiene un pelo de tonta" que hacen de la lectura algo más ameno.
También continúa siendo expresivo (esta vez, no tanto) gracias a las exclamaciones y puntos suspensivos, a lo que se añaden algunas cursivas para remarcar o enfatizar irónicamente formas de cortesía, nombres o alguna que otra palabra, en general.
El ritmo alcanza un punto intermedio entre la agilidad y la lentitud. A veces da la sensación de que la acción se desarrolla demasiado despacio abarcando demasiadas páginas, o por el contrario, te sumerges de lleno en la lectura y de pronto has leído muchas páginas sin darte cuenta.
Respecto al final, tengo sentimientos encontrados. Por una parte, algunas cosas me han parecido forzadas
o poco creíbles (Ejemplo: ¿gritar en medio de una batalla "¡Basta!¡Detened esta locura!" y que mágicamente todos te hagan caso y no se mueva un alma? El resto de la historia no da pie precisamente a eso). Por otra parte, por fin se desvelan en las últimas páginas prácticamente todos los misterios que se llevaban arrastrando desde el primer libro. Me ha decepcionado la brevedad con que se solucionan las cosas, tanto mágicas como bélicas; pero también he de decir que el por qué que otorgan los autores a cierto aspecto es genial y muy original.
Por lo demás, es un final cerrado y fiel a la leyenda en los aspectos fundamentales.
En definitiva, El escudo de runas concluye con más magia y no tanta acción como sus dos predecesoras. A pesar de sus fallos, se resuelven bien las incógnitas principales, dando mucha importancia al final a la amistad y al cambio, puesto que todo momento debe llegar a su fin y dejar que siga el curso de las cosas. Sus personajes, aunque no sean muy complejos, son inolvidables.
Opinión personal: La noticia del asedio a Camelot se ha extendido como la pólvora. En su huida, Lancelot y Ginebra se topan con Sean y un grupo de mercenarios con los que continuarán su viaje. Una vez en Tintagel, comenzarán a surgir aliados dispuestos a defender a su reina sin importar el precio; mientras tanto, Arturo se prepara para dos luchas por motivos muy distintos entre sí.
Además, la magia se apodera cada vez más de Lancelot, sin que éste pueda hacer nada para evitarlo.
La antigua profecía está a punto de cumplirse. ¿Quién caerá derrotado realmente, y por tanto, muerto? ¿Y qué ocurrirá después con el reino?
Esta tercera y última novela, los autores continúan relatando, a su manera, la leyenda en torno al reino de Camelot. Encontraréis aspectos "inventados", pero se conservan las cuestiones principales. Manteniéndose el romance, ahora la historia se centra más en la magia y la intriga, de modo que apenas hay acción, pasando la guerra por Britania a un segundo plano.
Tenía bastante miedo de que quedaran misterios en el aire, pero afortunadamente no ha sido así. Con todo, sí que hay cosas que, o bien no han quedado bien explicadas, o bien no se han explicado:
Ésas son las dos cuestiones más destacables (cierto que se trata de magia, pero hasta toda magia debe tener un mínimo de sentido); no impiden leer bien el libro o afectan enormemente a la trama, pero sí te dejan con la sensación de "falta algo".
Los personajes son los propios de la leyenda y que todos conocemos, a excepción de los mercenarios irlandeses.
El protagonismo se divide entre Dulac y Lancelot; mozo de cocina y caballero, respectivamente. Ambos son complementarios, y han cambiado enormemente, al igual que sus vidas; ya no son las mismas personas que fueron en un principio, sobre todo Dulac. Lo que al principio parecía una aventura, se acaba convirtiendo en la dura realidad, sin vuelta atrás y con todas las consecuencias.
Otro personaje importante es Sean, un mercenario irlandés bastante jovial, algo tosco y empeñado en parecer un escéptico, pero muy perspicaz. No deja de ser un mercenario en busca de dinero, pero en él también se puede encontrar a una gran persona.
Arturo, Morgana, Mordred, etc apenas merecen algo de mención en esta tercera parte, son algo "prescindibles".
Al igual que anteriormente, también aparecen seres fantásticos, como los elbos, procedentes de Avalon, también denominado Tir Nan Og o Isla de los Inmortales. Esta raza se caracteriza sobre todo por sus orejas puntiagudas, y pueden ser oscuros o ¿luminosos? (¡anda! ¿No serán casters de incógnito?).
La narración es en 3ª persona del pasado. De la misma forma que en La magia del Grial y La espada de los elbos, la narración se realiza totalmente seguida, sin capítulos; esto hace que pueda resultar un poco tedioso, pero hay pequeños espacios que separan unas escenas de otras.
En cuanto al lenguaje, éste resulta más actual en comparación con las dos novelas anteriores, pero con el toque propio de la época medieval. No faltan algunas expresiones como "a paso de tortuga" o "no tiene un pelo de tonta" que hacen de la lectura algo más ameno.
También continúa siendo expresivo (esta vez, no tanto) gracias a las exclamaciones y puntos suspensivos, a lo que se añaden algunas cursivas para remarcar o enfatizar irónicamente formas de cortesía, nombres o alguna que otra palabra, en general.
El ritmo alcanza un punto intermedio entre la agilidad y la lentitud. A veces da la sensación de que la acción se desarrolla demasiado despacio abarcando demasiadas páginas, o por el contrario, te sumerges de lleno en la lectura y de pronto has leído muchas páginas sin darte cuenta.
Respecto al final, tengo sentimientos encontrados. Por una parte, algunas cosas me han parecido forzadas
o poco creíbles (Ejemplo: ¿gritar en medio de una batalla "¡Basta!¡Detened esta locura!" y que mágicamente todos te hagan caso y no se mueva un alma? El resto de la historia no da pie precisamente a eso). Por otra parte, por fin se desvelan en las últimas páginas prácticamente todos los misterios que se llevaban arrastrando desde el primer libro. Me ha decepcionado la brevedad con que se solucionan las cosas, tanto mágicas como bélicas; pero también he de decir que el por qué que otorgan los autores a cierto aspecto es genial y muy original.
Por lo demás, es un final cerrado y fiel a la leyenda en los aspectos fundamentales.
En definitiva, El escudo de runas concluye con más magia y no tanta acción como sus dos predecesoras. A pesar de sus fallos, se resuelven bien las incógnitas principales, dando mucha importancia al final a la amistad y al cambio, puesto que todo momento debe llegar a su fin y dejar que siga el curso de las cosas. Sus personajes, aunque no sean muy complejos, son inolvidables.
Bluaaaaahooooolaaaaaaaaabluaaaauuuua xDD
ResponderEliminarTiene muy buena pinta esta trilogía. Si la encuentro por algún lado, la leo ^^
A mí me parece muy normal que se pare una batalla por ese motivo, ocurre todos los días xDD
Beesotes, hermanita hobbit caster monosa ^^
¡Amigo mio! Tienes que leerlos son lo mejor :'3 y me falta este libro pero ya lo comprare ¡LOOOS AMO!
EliminarDespués de muchos años, al fin terminé esta trilogía. El final me ha dejado con ganas de más y aunque las respuestas fundamentales se han dado, no puedo evitar preguntarme qué sucedió con Perceval, Galahad y demás caballeros? Murieron? Y Morgana? Asumió un lugar entre los humanos con éxito?
ResponderEliminarSupongo que esto es lo que hace de estos libros tan memorables. Te dejan pensando y sobre todo, imaginando,