Título: Temblor
Autor: Maggie Stiefvater
Saga: Los lobos de Mercy Falls 1/3
Editorial: SM
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Precio: 15,95 €
Número de páginas: 429
Sinopsis: Hace años, Grace estuvo a punto de morir devorada por una manada de lobos. Inexplicablemente, uno de ellos, un lobo de intensos ojos amarillos, la salvó.
Desde entonces, todos los inviernos Grace se asoma al bosque y, desde la distancia, lobo y chica se observan. Cuando llega el calor, la manada desaparece y, con ella, "su" lobo.
Pero este año, Grace deseará que el invierno no llegue y que el otoño dure para siempre. Ha conocido a un chico; se llama Sam. Es un tipo normal, salvo por sus ojos. Son de un extraño color amarillo.
Opinión personal: El bosque de Boundary, en Mercy Falls (Minessota), esconde un secreto. Años después del accidente de Grace, se produce un nuevo ataque, y Grace, impulsada por un profundo instinto, no duda en proteger a la manada de lobos; es entonces cuando se reunirá con Sam. Por su parte, Sam siempre se ha sentido perdido entre sus dos identidades: el humano y el lobo; al conocer finalmente a Grace, su vida se llena de calidez, aferrándose a la chica con toda su alma.
Sin embargo, la distancia entre ellos es demasiado grande, y puede serlo aún más.
Una vez vuelven a encontrarse, los dos encontrarán la determinación suficiente para que, esa separación que ya sienten demasiado próxima, no llegue a producirse, ya que 'cuando el amor te hace temblar en otoño, es mejor que el invierno no llegue nunca: las primeras nevadas pueden arrebatarte a quien más deseas.'.
Aquí no encontraréis demasiada acción o un argumento escalofriante, sino una historia de amor dulce, nostálgica y adorable. Puro sentimiento.
La base de todo el libro es dicha relación, salpicada por, como obviamente se intuye en la sinopsis, licántropos. Pero estos licántropos son diferentes a los que describe la tradición popular; en este caso, la transformación no se realiza es en función de la luna llena, puesto que la explicación o visión que nos ofrece la autora es más científica que mágica.
Sin embargo, la manada de lobos no tiene prácticamente ningún protagonismo, me he quedado con ganas de ver más lobos salvajes en todo su esplendor, a excepción de un par de escenas.
Lo principal de esta novela es que nos muestra los encuentros entre Grace y Sam, y cómo se construye su relación, caracterizada por una complicidad inmediata. Por lo tanto, el peso de la novela es muy desigual, haciendo que casi no prestemos atención a lo que se desarrolla al margen de la pareja (esa parte de la trama resulta algo floja, le falta "fuerza", queda eclipsada por la historia de amor).
De la edición, cuya temática es el invierno, tengo que decir que es preciosa. La portada tiene un ligero relieve y detalles que sólo se aprecian bien a contraluz. El interior del libro está decorado con ramas y hojas azules al inicio de cada capítulo, al igual que indica los grados de temperatura ambiente, un factor muy importante en la novela.
Ahora, pasemos a los personajes. Hay dos protagonistas indiscutibles, ambos muy protectores el uno con el otro:
Por una parte, Grace. Es una chica poco convencional, independiente, resuelta, pragmática, y atrevida. Contra todo pronóstico, donde más segura se siente es en el bosque, algo obsesionada con su querido lobo. Vive prácticamente sola, ya que sus padres son muy dejados, no, lo siguiente.
Y, finalmente, Sam. Sam es tierno, melancólico, muy sincero y a la vez tímido, un alma perdida que no quiere rendirse. Siente un gran afán por conocer y aprender; además, sabe componer canciones, adora las artes. A veces, le atormentan algunos recuerdos de su pasado.
Pero también tenemos a Beck y Shelby, miembros de la manada a la que pertenece Sam, y Jack, Olivia e Isabel, compañeros de instituto de Grace. Todos ellos cuentan con rasgos de personalidad muy característicos, y no cobran demasiada importancia hasta el final.
En la narración se mezclan los puntos de vista de Grace y Sam a cada capítulo; la historia está narrada por estos dos personajes, ambos en 1ª persona del pasado. A veces, la historia se entrelaza, mientras que otras, continúa de manera hilada.
Con frecuencia aparecen frases escuetas para dar un mayor énfasis. Otras veces se hace mención a pensamientos concretos y precisos que cruzan en ese instante la mente de Grace o de Sam.
El libro se divide en muchos capítulos cortos, muy cortos en algunas ocasiones (y cuando digo muy cortos, digo MUY cortos, como de una página), lo que acrecenta la sensación de que el tiempo se agota para Grace y Sam.
En relación al lenguaje, se trata de un lenguaje sencillo y cercano, pero al mismo tiempo bastante "poético" en ambos puntos de vista. La autora consigue un tipo de escritura que transmite mucho.
Las descripciones, sobre todo si son referidas al paisaje, son nítidas y muy logradas; destilan calma.
Este libro también cuenta con un tono muy melancólico, que se aprecia con mayor facilidad cuando Grace y Sam se encuentran separados, revelando un profundo anhelo por parte de éste último. En contraposición, existe un ligero toque humorístico y cotidiano que consigue arrancarte una sonrisa.
Por otro lado, el ritmo es lento (agilizándose más hacia el final de la novela). Esto hace que tendamos a olvidar algunos detalles importantes que suceden a lo largo del libro, y que se solucionan casi tan rápido como aparecen; si no fuera por que Sam y Grace son totalmente entrañables y encantadores, podría ser una lectura bastante pesada.
El final es
totalmente previsible (como bien dirían los Stark: se acerca el invierno) y cerrado. Al mismo tiempo, puede considerarse un final
abierto, al tratarse de una
trilogía (la segunda y tercera parte se titulan
Rastro y
Siempre, respectivamente).
Parte de lo que respecta al final es un poco surrealista, para mi gusto.
En definitiva, Temblor es una novela poco ágil pero tras la que se esconde una historia de amor preciosa y emotiva sobre la cual recae el peso de la trama, vinculada a los licántropos. Está narrada con esmero y caracterizada por un tono muy nostálgico, con la amenaza del inminente invierno como telón de fondo.