Yattaaaaa!!

¡¡Holaaa, Nuevaaa Yoooork!!

HOY ES EL DÍA. EL DÍA EN EL QUE TODO TERMINA.

El día en el que voy armada con tres bolis, un portaminas más un bote repleto de minas, dos gomas (¿me paso de previsora? ¿De paranoica, quizás? ¡Oye, por si las moscas! :S), una botella de agua, un paquete de pañuelos, un reloj, un caramelo y un Weikis Doowap para hacer frente a cinco horas (no es una exageración. Es literal. Bueno, yo en realidad tardo más o menos cuatro horas, pero en fin) haciendo crucecitas en un papel :')

Ays, qué bonita es la vida. ¿Hay algo más satisfactorio que pasarse cinco horas haciendo crucecitas en un folio? SÍ, EL SABER QUE POR FIN TODO HA TERMINADO.

Ah, y más le vale al reloj no pararse en mitad de la faena, porque si no...

Es que llevar pila de repuesto ya sí que me parece un poco excesivo (?). Además, confío en él. Es nuevo.

El día en el que dan el pistoletazo de salida y tú vas con todas tus armas y tu coraje a tope, on fire, AL TURRÓOOOOOON

Y cuando, después de siete meses estudiando (SIETE. JODIDOS. MESES) te encuentras con alguna pregunta que todavía te suena un poco a chino mandarino y estás tan confusa que te hieres a ti misma

Pero no pasa nada porque has sido arduamente entrenada para ello y sigues adelante. Sigues crucificando el folio (JAJAJAJA, chistaco) como si te fuera la vida en ello y, finalmente, lo entregas mientras los cielos se abren y dejan pasar un rayo de sol que te iluminan mientras escuchas cánticos celestiales (¡alerta de alucinación, alerta!). Mientras, con tu último aliento y un hilillo de sangre, entregas ese folio.

Y entonces eres plenamente consciente de que Dobby es eres liiiiiiibreee

Y ya nada importa, ni siquiera esos malditos julio y agosto estudiando de lunes a sábado. Ni siquiera esas vacaciones estudiando. Ni siquiera esa urticaria que te salió T____T (Vale, no fue ése el motivo, pero aun así, salió ¬¬). ¿SABÉIS LO QUE ES PASAR JULIO Y AGOSTO, VERANEANDO, ESTUDIANDO? ¿¡LO SABÉIS!?

En fin, ya pasó, ya pasó. Ha sido un camino intenso y nuevo por recorrer. Una maratón en la que, en la recta final, he flojeado un poquillo, no he dado todo lo que me habría gustado. Pero, aun así, estoy más que contentísima y orgullosa de mí misma. Por haber aprendido tanto, por haber estado al pie del cañón tanto, por haber conocido mis límites y aceptarlos. Por no rendirme. Por, pase lo que pase, seguir volviendo a intentarlo. Por haberme superado a mí misma. Y por, en definitiva, ser yo misma, la de siempre, en los estudios

Así que, no me importa si no llego al podio tras la carrera. Lo que de verdad me importa es haber llegado (y tan bien, a pesar de los bachecillos) a la meta. Forzándome lo justo, y no hasta martirizarme, para conseguirlo. Tampoco es bueno exigirse tanto. No te sirve de nada talar árboles todos los días si no tienes tu hacha afilada. Aunque alguna vez, de vez en cuando...

Pero ya todo pasó, todo acabó. Tengo mi marca ideal bien clara en mi cabeza. Y creo que, lo mínimo que me he propuesto, lo he cumplido. Sólo el tiempo lo dirá.

Y si, no lo consigo, pues bueno, ya tengo medio camino recorrido; la segunda vez será mucho más fácil y habrá muchas menos novedades a las que enfrentarse ^^

Pero, por ahora, toca relajarse del todo, "olvidarse". Descansar sin presiones y cargar las pilas para que vuelvan a ser Duracell. Dejar la maratón (y la montaña de libros y apuntes) aparcada hasta nueva orden.

Disfrutar hasta que toque emprender la aventura de nuevo

Esta etapa ha sido superada con éxito. Es hora de cobrar la recompensa. He cumplido