I'm back!!! Y sí, ya era hora de nueva entrada, así que entre que vuelve la inspi y eso, os dejo un trozo modificado de una historia que escribí ya hace un tiempecito. Modificado porque quiero conservar la historia original, tiene trasfondo ;)
Voy a darle caña a la inspi, que ideas tengo, pero tienen que desarrollarse...
Y sin más dilación, ¡aquí tenéis el fragmento!
[...]
Habían pasado por tanto en tan poco tiempo, que cuando llegó el momento de separarse les fue imposible. Así que se subieron todas a un helicóptero y acabaron decidiendo instalarse en Hydra, una de las islas del Sarónico, en Grecia. Se compraron un chalet enorme para las siete. Jardín incluído. Recordaba un poco a Coëtivy, pero tenía el plus del Mediterráneo.
Beth se montó otra vez su negocio de curandera, ayudada por Kate. Anna y Leah montaron un puestecito en uno de esos mercadillos que tanto le gustaban a Anna, y todos los días vendían casi la mitad de las pulseras y collares que hacían, todo artesanal. Vera acabó como decoradora de interiores, Zoe se puso a dar clases particulares y Nora se dedicó a la fotografía.
Disfrutaban al máximo de aquel sitio: paseos por los acantilados y la playa, horas de buceo, senderismo, cenas a la luz de la luna, sesiones de cine en casa, picnics y fogatas nocturnas. Claro, que para poder hacer todo eso necesitaban. Y ya había pasado un año. Un año desde que al volcán le dio por entrar en erupción. Un año desde que el avión cayó en picado. Un año desde que se conocieron.
- ¡Feliz aniversario! O como lo queráis llamar... - Vera era todo sonrisas.
-¿Aniversario de qué? Nadie cumple años… - Beth siempre estaba metida en su propio mundo.
- Que hoy hace un año que llegamos a Mahé y volvemos a llevar vidas normales. Bendita normalidad.
- Exacto. Por eso lo vamos a celebrar - afirmó Vera.
- ¡Y que Kate sople la vela! Kate, ven a hacer los honores.
- ¡Ven ya!
- Nora estaba muy emocionada.
- Voy, voy.
Después de no dejar ni rastro del pequeño bizcocho casero, siguieron celebrándolo toda la noche. Música por allí, bailes por allá… bayas del primer cultivo de Beth en Hydra, natillas de Zoe, chistes de Anna… El botecito de arena estaba encima de la tele, como souvenir. A su lado se encontraba un pedazo de lava solidificada, también como recuerdo. A pesar de haberlo pasado considerablemente mal (¡y quién no!), en el fondo fueron unas buenas vacaciones. Salió algo bueno de todo aquel lío y ahora lo celebraban.
Era el primer cumpleaños del grupo.